Edward Hopper, Early Sunday Morning, 1930
Apr 28, 2017
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Edward Hopper, Early Sunday Morning, 1930
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Narrador: Todo lo que vemos aquí es una cuadra de frentes de ladrillo en la que hay tiendas a pie de calle y apartamentos en el primer piso. El título, Early Sunday Morning, podría explicar la calle vacía; sin embargo, no explica la tensión emocional que desprende la pintura. Observe más de cerca.
Cuando Edward Hopper creó esta imagen en 1930, se inspiró en una calle verdadera que conocía: la Séptima Avenida Sur de Greenwich Village. No obstante, le dio el aspecto que podría tener cualquier calle principal de cualquier pueblecito de cualquier rincón de los Estados Unidos. Fíjese en las vidrieras de las tiendas: tienen carteles. Sin embargo, Hopper no nos permite descifrar lo que dicen. Hopper es un artista de universales, no de particulares; no quiere ser específico.
Ahora fíjese en las ventanas del primer piso, comenzando por la izquierda. Una cortina amarilla está baja; otra, medio abierta; más hacia el centro, algunas de las ventanas están cubiertas con postigos más oscuros; a la derecha, otras más tienen cortinas decorativas. Cada ventana tiene algo ligeramente distinto y estas distinciones sugieren una vida que se desarrolla más allá de nuestro campo de visión. Con este pequeño detalle, Hopper nos hace muy conscientes de que no hay personas en la pintura y, como resultado, esta transmite una sensación de soledad.
En la parte superior derecha del lienzo, vemos un pequeño rectángulo oscuro que se eleva sobre el edificio: la sugerencia de un rascacielos en el fondo. En principio, no llama la atención, pero una vez que uno lo ve, el edificio alto cambia la escena por completo. Una amenaza ensombrece esta calle por lo demás tranquila. Tarde o temprano, el gigante que componen el comercio y la tecnología erradicará la forma de vida pueblerina.
In The Whitney's Collection: Selections from 1900 to 1965 and Where We Are (Spanish).