Pat Phillips: Me llamo Pat Phillips y soy pintor.
Esta es una pintura de obreros convictos labrando la tierra. Pienso en la idea de los zapatos para mí personalmente, como si regresara al modo de hablar de este concepto irónico y jocoso, e incorporo estas imágenes mundanas.
Recuerdo que mi hermano mayor me enseñó a limpiar el calzado con un cepillo de dientes para dejarlos limpios, porque eso es lo que la gente nota, y la gente te muestra un cierto nivel de respeto cuando ven que llevas zapatos limpios y en buenas condiciones. Y eso es algo que, de alguna manera, se traduce en el sistema penitenciario: los tipos de zapatos que llevas, y tener zapatillas en perfecto estado, las cuales definitivamente se ensuciarán por trabajar en la tierra.
Narrator: El título de esta obra hace referencia a la película homónima de 1998, sobre la infame penitenciaría estatal de Luisiana —conocida como Angola— ubicada en Luisiana, no lejos del lugar donde Phillips creció, en Pineville, Luisiana. Debido al trabajo forzoso que realizan los prisioneros, brutal y sin remuneración, se dice que la penitenciaría es una plantación contemporánea.
Pat Phillips: Desde pequeño hasta hace un tiempo, mi padre fue militar durante treinta años y, luego, tras jubilarse, terminó trabajando como vicegobernador en la prisión.
Narrator: El padre de Phillips trabajó allí durante diez años.
Pat Phillips: El lugar donde crecí es muy rural. Soy de Pineville, un pueblo de unos quince mil habitantes, por lo que el lugar es casi todo paisaje. Se ven muchas tierras de cultivo. Y la obra que ve, bueno, es una imagen tomada directamente de allí. Puede ver cómo funciona el sistema agrícola en Luisiana. Especialmente con los prisioneros.