Carmen Herrera, Escorial, 1974

Dana Miller: Escorial es una clara referencia a un edificio, San Lorenzo de El Escorial en España. Este es un edificio que particularmente le resultaba muy atractivo a Herrera. Decía que allí se sentía como en casa. Es famoso por su geometría tan evidente, por su falta de ornamentación y por sus líneas austeras. Y dado que las líneas limpias y la geometría evidente eran los favoritos de Herrera, no es ninguna sorpresa que se inspirara con este edificio. El edificio fue construido en homenaje a San Lorenzo, muy conocido por haber sido martirizado, y creo que la manera más vulgar de decirlo es que fue quemado o hecho barbacoa a la parrilla. Este edificio, Escorial, fue diseñado para que el plano de los pisos se asemejara a una parrilla. Y eso es a lo que hace referencia Herrera aquí, con esta organización de formas de color blanco y negro. Y cuando Herrera habla de esta obra, lo hace esbozando una pequeña sonrisa, un sentido de humor irónico de haber creado una pintura limpia, sobria y geométrica tan simple como una barbacoa, como ella dice.

Narrador: Esta es la última pintura de nuestro recorrido. Herrera ha continuado desarrollando su lenguaje pictórico durante más de cuarenta años.

Carmen Herrera: Cuando era más joven, nadie sabía que yo era pintora. Ahora están empezando a saber que lo soy. He esperado tanto tiempo. Existe un dicho. Si perseveras, triunfarás. Y yo digo que sí. Perseveré durante casi un siglo (se ríe). ¡Y triunfé! (a carcajadas) 

Dana Miller: Herrera aún trabaja casi todos los días en su estudio. Se levanta, va a su mesa de dibujos cerca de la ventana y saca sus pinceles, reglas y una pila de papel de calcar, y empieza a trabajar con distintas iteraciones de composición. Para ella, es la belleza de la línea recta lo que la hace seguir adelante.

Narrador: Gracias por acompañarnos el día de hoy. Quiero agradecer especialmente a Alison Klayman, cuyo documental The 100 Years Show hizo posible que tuviéramos las entrevistas que se hicieron a Carmen Herrera.