Mark Rothko, Cuatro marcas oscuras en rojo, 1958

Alex Da Corte: Me llamo Alex Da Corte y soy un artista que vive y trabaja en Filadelfia.

Narrador: Da Corte comparte su experiencia con Cuatro marcas oscuras en rojo, de Rothko. 

Alex Da Corte: Cierra los ojos. Imagina que eres el cuadro. Estás dentro del cuadro y más allá de él. Nuestros cuerpos son rojos por dentro, exuberantes, húmedos, de un rojo palpitante. Carmesíes oscuros y profundos, ocultos a la luz, rosas y cadmios bailan dentro de nosotros y a través de nosotros, surgiendo a la superficie, las mejillas se enrojecen de repente. Con los ojos cerrados, mira hacia la luz, escarlatas, corales, bermellones y amapolas. La piel que cubre nuestros ojos es una bandada de cardenales, un muro de ladrillos, un mar de sangre. Miramos fijamente al sol y los colores cambian. Miramos hacia atrás y hacia adelante a través del tiempo. El dramático velo rojo y todas sus variantes: siempre una constante en la luz y en la oscuridad.