Verbal Description: Christina Fernandez, BEND, 1999 - 2000/2020

Narradora: BEND es una instalación de fotografías y textos, con cinco impresiones inkjet adicionales. La base de la instalación está formada por una gran foto en blanco y negro de 11 pies y medio de alto por 19 pies de ancho. La foto muestra un muro de ladrillos en ruinas sobre un monte de hierba, con un cielo gris nublado. Sobre el fondo de ladrillo, cinco fotografías más pequeñas en blanco y negro forman una línea horizontal que atraviesa la mitad inferior del mural. Miden 20 por 30 pulgadas, y consisten en un retrato en el centro, con dos paisajes a cada lado. Mientras que los tonos grises del mural de base aparecen levemente apagados y brumosos, las impresiones más pequeñas aparecen nítidas y brillantes. A ambos lados de la fila de impresiones hay pasajes de texto en blanco, cuya parte superior comienza a la altura de las impresiones y se extiende por debajo de ellas.

Fernandez es una fotógrafa estadounidense de ascendencia mexicana que creó esta obra en respuesta a su experiencia visitando las ruinas zapotecas de Oaxaca (México). El texto de la izquierda comienza así: “Era un día caluroso, me dolía la espalda”. Fernández continúa describiendo su visita a las tumbas e intenta fotografiar urnas funerarias de Cocijo, el dios zapoteca del rayo. A la derecha hay una fotografía de varias tumbas rectangulares excavadas en la tierra. Otra está tomada desde el interior de una tumba, mirando más allá de los muros de piedra hacia un fondo montañoso. La imagen central es un autorretrato de Fernández. Aparece desnuda, de espaldas a nosotros y con el pelo oscuro suelto. Sus brazos cogidos en su espalda, donde su piel está marcada por un material terroso que recorre su columna vertebral, cruzado por una línea horizontal que le atraviesa el coxis. La sustancia oscura está manchada en la parte baja de la espalda, donde sus manos pueden alcanzarla. A la derecha de este retrato hay una imagen centrada en un conjunto de escalones de piedra cubiertos de maleza que salen de una tumba. Más a la derecha hay una imagen del hueco cuadrado de una ventana. En el extremo derecho, el texto continúa con la descripción de la artista cautivada por los restos óseos de una mujer en un museo de Oaxaca. El pasaje concluye con Fernández contemplando a su propia abuela acercándose a la muerte en un hospital de Orange County, California. La inmensa escala de la obra, y su naturaleza altamente personal, ofrece una sensación de magnitud tanto física como emocional.