Mike Kelley, More Love Hours Than Can Ever Be Repaid and The Wages of Sin, 1987

Narrador: La obra More Love Hours than Can Ever Be Repaid de Mike Kelley está hecha de peluches, mantas de crochet y otros objetos artesanales.

Mike Kelley: Eran todos objetos usados que compré en tiendas de segunda mano y ventas de garaje. Y son todos objetos hechos a mano. No son el tipo de cosas que se venden, son el tipo de cosas que se regalan.

Narrador: La superficie de la obra está repleta de objetos amontonados, lo que indica un deseo casi compulsivo de llenar el plano del cuadro. A Kelley le interesaba la enorme cantidad de tiempo que le llevó a la gente crear estos objetos artesanales.

Mike Kelley: Genera un efecto acumulativo. Si te parece que estas cosas representan el amor, entonces es una cantidad gigante de amor. Si te parece que estas cosas inducen a la culpa o a la necesidad de compensar, entonces es más de lo que alguna vez podrías retribuir. Así que, dependiendo de tu punto de vista, puedes verlo como algo súper adorable o súper espantoso. Y, la verdad, la gente lo ve tanto de una forma como de la otra. Es decir, alguna gente siente un verdadero rechazo y a otra gente le fascina.

Narrador: Kelley combinó esta obra con la pieza que está en el piso, llamada The Wages of Sin.

Mike Kelley: Es el tipo de escultura que haría un adolescente en la habitación donde fuma marihuana, o algo por el estilo. Y titularlo The Wages of Sin (La remuneración del pecado), le da ese matiz casi morboso, como una especie de seudorritual.

Narrador: En los años sesenta, muchos artistas cobraron interés en la repetición y acumulación como técnicas casi mecánicas que le restaban importancia al rol de la expresión individual. En More Love Hours than Can Ever Be Repaid y The Wages of Sin, Kelley cuestiona ese impulso. Al usar estos materiales, la acumulación no se ve simplemente como más de lo mismo. En cambio, genera capas de asociaciones, sentimientos y significados.